Ya ha elegido los colores, se ha decidido por el tema e incluso ha escogido la cuna perfecta. La habitación infantil de su bebé se ha convertido en su visión perfecta, ¡o lo sería si pudiera verla! La iluminación es un elemento importante del diseño, pero cuando se trata de acertar, la mayoría de los padres se quedan a oscuras. ¿Se pregunta cómo iluminar mejor el cuarto infantil de su hijo? Aquí tiene diez consejos que le ayudarán a acertar.
Evite la iluminación intensa
Un resplandor suave hace que cualquier habitación parezca cálida y acogedora, pero esa no es la única razón para mantener las cosas acogedoras. Una iluminación suave reduce el contraste entre la luz y la oscuridad, evitando la sobreestimulación y dando a los ojos subdesarrollados del bebé un descanso muy necesario.
Cuando ilumine el cuarto del bebé, evite los halógenos y las bombillas expuestas. Estas luces brillantes hacen que los bebés se sientan incómodos y ansiosos, e incluso pueden ser peligrosas si un niño pequeño curioso se acerca a curiosear. Opte en su lugar por luminarias que ofrezcan una luz sombreada o difusa. Las bombillas etiquetadas como «blanco suave» o «luz diurna» serán más fáciles para los ojos del bebé.
Instale un regulador de intensidad
Utilizado regularmente como parte de la rutina antes de acostarse, un regulador de intensidad puede ayudar a su bebé a relajarse y dormir. La serena atmósfera creada por la luz tenue actúa como un disparador para su pequeño soñador, haciendo saber a su cuerpo que es hora de descansar. Un regulador de intensidad también le permite colarse de vez en cuando para echar un vistazo sin molestar al pequeño. También es perfecta para las tomas nocturnas y los cambios de pañal, ya que ayuda a mantener el estado de somnolencia de su bebé mientras usted se ocupa de sus asuntos.
Cree capas ligeras
La iluminación suave está muy bien, pero cuando está enterrado hasta los codos en un pañal sucio, ayuda si puede ver lo que está haciendo. ¿El truco? Crear capas de luz.
En lugar de depender de una única lámpara de techo demasiado brillante, utilice varias lámparas y apliques para iluminar la habitación según sea necesario. Apunte a un mínimo de tres puntos de luz, como una lámpara de techo, una luz de mesa cambiante y una lámpara de lectura. Al mantener sus elecciones centradas en las tareas, siempre tendrá suficiente luz justo donde la necesita.
Considere un combo de lámpara de techo y ventilador
Para la lámpara de techo, un accesorio que combine una lámpara y un ventilador de techo ofrece muchas ventajas. El ventilador puede ayudar en la gestión de la energía, refrescando a su bebé en verano y empujando el calor hacia abajo en invierno, y muchos bebés encuentran el movimiento del ventilador calmante y relajante. Un ventilador con aspas pintadas de diferentes colores brillantes se convierte en un placer visual cuando el ventilador funciona a baja velocidad.
Evite las lámparas de pie
Las lámparas de pie altas colocadas junto a una cuna o un cambiador son un accidente a punto de ocurrir, especialmente cuando su pequeño se convierte en gateador y luego en niño pequeño. Las lámparas de pie altas pueden ser enviadas fácilmente al suelo por un bebé o un niño pequeño. Limite su iluminación de trabajo a lámparas de mesa sólidas con cables que puedan mantenerse a salvo fuera del camino.
Tenga cuidado con el calor
Algunos tipos de bombillas pueden calentarse peligrosamente, así que si tiene alguno de estos aparatos, asegúrese de que están colocados en lugares donde un bebé o un niño pequeño curioso no pueda alcanzarlos y tocarlos. Las bombillas fluorescentes compactas (CFL) o LED (diodo emisor de luz) son mucho más frías al tacto, y también son mucho más eficientes energéticamente que las bombillas incandescentes.
Controle la luz natural
La luz natural es algo hermoso… a menos que esté despertando prematuramente a su bebé. Mantener la habitación del bebé oscura y fresca no sólo le ayudará a dormir más tiempo, sino que también evitará el sobrecalentamiento, un factor asociado al SMSL.
La gama de opciones de tratamiento de ventanas para un cuarto infantil es tan variada como para cualquier habitación de la casa, y va desde unas simples persianas enrollables hasta las cortinas más pesadas a prueba de luz. No obstante, es fundamental que adopte medidas de protección infantil para todos los tratamientos de las ventanas de un cuarto infantil o de un dormitorio infantil.
Haga una declaración
Una lámpara de techo espectacular puede marcar una gran diferencia en su cuarto infantil. ¿Por qué no reemplazar su lámpara estándar por un colgante juguetón y de gran tamaño o incluso una elegante lámpara de araña? El cuarto del bebé es un lugar estupendo para establecer un tema con una lámpara de techo única o una lámpara colgante que sirva de punto focal.
Sea creativo
Aunque los viveros necesitan una iluminación práctica, algunas fuentes de iluminación pueden servir también para otros fines, como ofrecer entretenimiento o simple interés visual. Utilice su imaginación. Ilumine el techo con estrellas LED, por ejemplo. O proyecte un resplandor mágico con ristras de centelleantes luces de hadas. Incluso puede utilizar la luz para realzar un tema decorativo. Sea cual sea su elección, ¡diviértase y cree algo realmente único!
Utilice iluminación inteligente
Cuando tenga que hacer malabarismos con las tomas nocturnas y la microgestión de las horas de siesta, la iluminación inteligente puede suponer un mundo de diferencia. Opte por una iluminación que pueda controlar a través de una aplicación en su teléfono y cree rutinas y horarios para que se apaguen automáticamente cuando su bebé deba echarse la siesta y se enciendan cuando usted quiera que se despierte.
No olvide la luz nocturna
Incluso la más dulce de las guarderías puede parecer aterradora por la noche. Puede que su recién nacido aún no tenga miedo a la oscuridad, pero después de unos cuantos tropiezos nocturnos en la oscuridad, ¡sus pies privados de sueño estarán aterrorizados! Proteja a su pequeño -y a sus dedos- con una o varias lámparas de noche creativas para niños.
Los más mañosos pueden aprovechar la habitación del bebé para fabricar sus propias lámparas de noche.